Llévame a lo desconocido
enséñame a bailar bajo las estrellas
y de vez en cuando róbame un beso
de esos que tú sabes tienen tu nombre.
Agarra mi meñique y volemos a Madrid
que contigo quiero todos los amaneceres
para poder soñarte todas las noches.
¿Qué te parece?
si pespuntamos nuestros cuerpos,
haciendo que nuestras pestañas
se den besos pequeños e infinitos,
logrando que nuestras manos se agarroten
para que no se separen nunca, y que
nuestras trémulas piernas se abracen
mientras siguen el compás de nuestras embestidas.
La luna será nuestra silenciosa testigo
de toda la poesía que mis ojos le declamarán
a tu cuerpo y de cómo tus besos se convertirán
en cincel al ir trazando caminos de saliva hasta mi ombligo.
Y que al despertar,
sean tus brazos las sábanas
que me abriguen,
tu aroma el que me haga delirar
y tu respiración en mi nuca
la que me traiga a la realidad.
Llévame de viaje al éxtasis...
Llévame,
siempre contigo.
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