Corre, corre a tu castillo princesa
enciérrate en tu habitación
Allá donde nadie puede tocarte,
ni siquiera aquel sentimiento puro de amor.
Aléjate de todo, hasta de tus aliados
no des explicaciones y verás como todo
en un instante se desmorona.
Aquello te satisface a sobremanera
pero no era necesaria tanta crueldad.
Ve a tu castillo a que te proteja el dragón.
Suerte en no aburrirte,
pues por más cariño contenido
nadie irá a rescatarte.
Tu indiferencia mata todo aquel deseo de ayudarte.
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